Tendrías que haber entrado en mi baño en este momento. La situación era la siguiente:
Ella metida en la bañera, con agua y un poco de leche.
Removiendo los pétalos (que no dejaban de hundirse).
Yo subida sobre la bañera, abierta de piernas, temiendo por nuestras vidas y por la de mi cámara.
Pero bueno, al final no terminó mal.